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Arranco mi primer hilo: la historia de #miprimeravez (todo es debut hoy) sucedió cuando fui a la casa de mi padrino. Es un amigo de mi viejo que vive en otra ciudad. Yo ese verano había terminado el secundario y estaba trabajando con él antes de ir a la universidad.
Yo tenia 18 años y Guido 34. Guido tenía un corralón de venta de materiales y al lado su casa donde vivía solo porque a pesar de tener muchas novias todavía seguia soltero. A mí me fascinaba trabajar para él. Es muy alto (mide 1.90), moreno, ojos marrones, cabello negro...
Una espalda ancha como un ropero, brazos musculosos y piernas fuertes como columnas debido al entrenamiento que hacia como rugbier. Tenía un poco de panza cervecera sobre los abdominales pero era todo macizo. Mis fantasías con él eran sobre el escritorio de nuestra oficina.
Pero ese lunes me había avisado que no iba a abrir a la mañana y cuando llegué a la tarde la oficina aún estaba cerrada. Entonces toqué timbre en la casa y cuando abrió la puerta chorreaba agua por todo el cuerpo y sólo tenía una toalla blanca alrededor de la cintura.
"Hola me estaba bañando, pasá a la cocina y preparate unos mates mientras me termino de duchar" Pasé mientras la imagen de su vello revoloteaba en mi mente y mi entrepierna. Apenas habia visto el caminito de pelos debajo del ombligo y no queria volver a mirar para no delatarme.
Me sentí el chico más caliente del mundo mientras iba por el pasillo hasta la cocina al fondo de la casa. ¡Mi jefe y puto amo de mis fantasías estaba en bolas con solo una toalla cubriendole la pija y el culo detras mío! Empecé a endurecerme y me asusté que se diera cuenta.
Obvio Guido ni cuenta se dio de mi estado y entró en el baño. Yo fui hasta la cocina que queda en el fondo de la casa y puse la pava mientras le echaba yerba al mate. Pensaba en como sería verlo desnudo y ahi se me ocurrió: ¿Y si lo espiaba por la cerradura?
Yo tenia 18 años y Guido 34. Guido tenía un corralón de venta de materiales y al lado su casa donde vivía solo porque a pesar de tener muchas novias todavía seguia soltero. A mí me fascinaba trabajar para él. Es muy alto (mide 1.90), moreno, ojos marrones, cabello negro...
Una espalda ancha como un ropero, brazos musculosos y piernas fuertes como columnas debido al entrenamiento que hacia como rugbier. Tenía un poco de panza cervecera sobre los abdominales pero era todo macizo. Mis fantasías con él eran sobre el escritorio de nuestra oficina.
Pero ese lunes me había avisado que no iba a abrir a la mañana y cuando llegué a la tarde la oficina aún estaba cerrada. Entonces toqué timbre en la casa y cuando abrió la puerta chorreaba agua por todo el cuerpo y sólo tenía una toalla blanca alrededor de la cintura.
"Hola me estaba bañando, pasá a la cocina y preparate unos mates mientras me termino de duchar" Pasé mientras la imagen de su vello revoloteaba en mi mente y mi entrepierna. Apenas habia visto el caminito de pelos debajo del ombligo y no queria volver a mirar para no delatarme.
Me sentí el chico más caliente del mundo mientras iba por el pasillo hasta la cocina al fondo de la casa. ¡Mi jefe y puto amo de mis fantasías estaba en bolas con solo una toalla cubriendole la pija y el culo detras mío! Empecé a endurecerme y me asusté que se diera cuenta.
Obvio Guido ni cuenta se dio de mi estado y entró en el baño. Yo fui hasta la cocina que queda en el fondo de la casa y puse la pava mientras le echaba yerba al mate. Pensaba en como sería verlo desnudo y ahi se me ocurrió: ¿Y si lo espiaba por la cerradura?